Me gustas... me gusta ver como gracias a ti cae la sangre... recurro a ti cuando necesito consuelo, no me abandonas jamás pero me exiges demasiado. Antes te controlaba yo a ti, ahora me controlas tú, y no me disgusta del todo. Me gusta hacerte caso cuando me dices "gorda, córtate!" me encanta ver caer la sangre. Me odio a mi misma por gustarme eso. Es sano? físicamente no, emocionalmente es genial. Físicamente tener el cuerpo lleno de heridas no es agradable para nadie, a la gente normal le asustaría. Pero lo he normalizado tanto, que ver los cortes cuándo estoy desnuda frente al espejo, me recuerda quien soy; una princesa que está fallando a todos sus principios, una princesa cuyos esfuerzos no han servido para nada porquè se comporta como una GORDA ASQUEROSA, una princesa que come. Que clase de princesa soy?
Gracias por estar ahí y recordarme día a día quien soy.
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